Sólo un día me rompió el corazón con el final que tuvo, le faltaban un par de páginas a mi ejemplar, estoy segura. Así que moría por leer su continuación, en la que esperaba saber qué pasaba exactamente después del reencuentro de Willem y Allyson. Pero no, Sólo un año trata sobre las aventuras que corre Willem durante el año que transcurre desde que se separó de Lulú en París, hasta que ella llama a su puerta.
Cuando Willem recupera el conocimiento en un hospital de París, lo único que recuerda es que alguien lo está esperando en algún lugar. Y desde el momento en el que recuerda que dejó a Lulú dormida en una casa abandonada la desesperación se apodera de él, e intenta encontrarla a toda costa, pero en vano.
Para cuando Willem consigue llegar a la casa donde estaba Lulú, ésta ya no está allí, y no le queda otra que abandonar París y volver a su país de origen, con el mal sabor de boca de saber que posiblemente Lulú piense que la ha abandonado a la mañana siguiente de hacer el amor.
Ya en su casa, Willem decide visitar a sus amigos de toda la vida, que no tardan en darse cuenta de que algo no está bien en la vida de su amigo. Y lo que en un principio atribuyen a la falta de una fémina en su vida, acaba descartado cuando Willem les cuenta la historia de Lulú, y se dan cuenta de que la chica ha hecho mella en el corazón de hierro del joven.
Así que animado por sus amigos Willem empieza su búsqueda por el mundo, convencido de que tarde o temprano acabará encontrando a Lulú. Pero no será tan fácil, cuando ni siquiera sabe el nombre real de la chica.
Bajo mi punto de vista, el libro no ha sido digno de su primera parte, la cual me encantó. Pero imagino que será porque esperaba otra cosa, un adelanto de lo que pasaría entre los chicos en el futuro.
En Sólo un año vemos como no importa el tiempo ni la distancia, mientras que el sentimiento sea fuerte. Vemos como en tan sólo un día, el amor puede marcar a dos personas durante todo un año...
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